lunes, 14 de mayo de 2012

DIAGNÓSTICO


Una historia clínica y examen físico completos son indispensables para realizar un buen diagnóstico. Se debe enfatizar en el interrogatorio sobre algunos factores de riesgo, como exposición ocupacional al sol u otros cancerígenos, posibles causas de inmunosupresión e historia previa de cáncer de piel(11).
 
El diagnóstico clínico del cáncer de piel debe confirmarse mediante estudios histológicos. Se realiza una biopsia por sección (desde la parte superior de la lesión hasta la mitad de la dermis) con anestesia local. Se utiliza la biopsia en sacabocados (extracción de una porción circular pequeña de tejido similar al corte de una galleta) si se sospecha que el tumor se encuentra en las capas más profundas de la piel(1). La muestra se examina para determinar el diagnóstico clínico e identificar las características de las distintas clasificaciones.

Debe ser amplia e incluir la base del tumor con el fin de tipificar el carcinoma basocelular y detectar los patrones mixtos(12). La muestra no debe manipularse con pinzas a fin de no maltratarla, y debe ser depositada en formol amortiguado al 10%. El espécimen debe ser orientado y enviado con una descripción completa de la lesión, un resumen de la historia clínica y un esquema de la lesión, demarcando el sitio de donde fue practicada la biopsia.

En general, el diagnóstico se establece basándose en la conexión epidérmica, la retracción y mucina estromal, las imágenes de apoptosis y las figuras de mitosis(5).

Los criterios diagnósticos de carcinoma basocelular se basan en(6)

-     Características clínicas del tumor y evolución de la lesión.
-   Características dermatoscópicas: criterios negativos de lesión melanocítica y un criterio positivo de carcinoma basocelular.
-     Histopatología: es la regla de oro del diagnóstico de carcinoma basocelular.

La clasificación tumoral basada en el tumor primario, la extensión o no a los ganglios regionales y la presencia o no de metástasis a distancia, se desglosa en las siguientes tablas:



Los cinco signos de advertencia del carcinoma basocelular son(3):

1. Una lesión o úlcera abierta que sangra, supura, o forma una costra y permanece abierta durante unas semanas, tan sólo para cicatrizarse y luego sangrar de  nuevo. Una lesión persistente que no cicatriza es un signo frecuente de un carcinoma basocelular incipiente.

2. Una mancha rojiza o zona irritada, que aparece frecuentemente en la cara, el pecho, hombros, brazos o piernas. En algunas ocasiones esta mancha forma una costra. También puede causar picazón y otras veces no produce ningún tipo de molestia.

3. Protuberancia brillante, o nódulo, perlado o translúcido, generalmente de color rosa, rojo o blanco. Esta protuberancia también puede ser de color tostada, negra o marrón, especialmente en personas de cabello oscuro, y puede confundirse con un lunar.

4. Bulto rosado con un borde redondeado, ligeramente elevado, y una hendidura con costra pequeña en el centro. A medida que esta lesión crece lentamente, puede aparecer pequeños vasos sanguíneos en su superficie.

5. Aparece cicatriz de color blanco, amarillo o ceroso, que por lo general tiene bordes indefinidos; la piel se ve brillante y tirante. Este signo de advertencia puede indicar la presencia de un carcinoma basocelular invasivo que es más grande de lo que parece en la superficie.

Una vez establecido el diagnóstico, la clasificación y la gradación histopatológica, se recomiendan las modalidades específicas de tratamiento.

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